Cortesia de: © natureontheedgenyc.blogspot.ru / Joe Reynolds |
Así es, debido a cambios genéticos provocados por los metales pesados, solo una especie de peces ha logrado sobrevivir en las aguas altamente contaminadas de esta zona portuaria de EE.UU.
La Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI) por medio de una serie de investigaciones han descubierto que esta mutación se concibió por distintos cambios genéticos vinculados a la proteína llamada 'AhR2', que en casos normales es responsable del funcionamiento celular.
La proteína AhR2 trabaja de la siguiente forma cuando los peces son sometidos a diversas sustancias químicas peligrosas, su cuerpo aumenta la producción de enzimas que desechan los contaminantes, todo esto controlado por la AhR2. Pero hay un momento donde no todas las sustancias pueden descomponerse de esta manera, y su estímulo continuo de la AhR2 interrumpe las funciones celulares, lo que lleva a la toxicidad", según la publicación.
Estos pequeños pececitos del puerto de New Bedford, con todo, han evolucionado, logrando que el sistema de la AhR2 se haya vuelto resistente a este efecto, lo que hace que la zona sea menos tóxica para ellos. Gracias a ello, a diferencia de otros peces, el ciprinodóntido no precisa salir del puerto durante los meses de verano para alimentarse, y vive en sus aguas durante todo el año, pasando los inviernos escondidos en el sedimento contaminado.
"Es un ejemplo de cómo algunas poblaciones son capaces de adaptarse a los cambios de su entorno", dice Mark Hahn, uno de los coautores de la investigación.
via: rt
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